• Embarazo Tercer Trimestre





    Aunque tu aumento de talla empezó a notarse desde el segundo trimestre de gestación, a partir de ahora vas a ganar cada vez más peso, lo ideal es que al término de este mes hayas aumentado entre 6 y 8 kg, para llegar hasta los 10 ó 16 kg extra al final del embarazo, si lo has comenzado con un peso normal.


    Cuando empezamos un embarazo con un peso por debajo de la media, lo normal es se aumente  algún kilo más, y si por el contrario, al quedarn embarazadas estas un poco gordita, engordaras algo menos. Si se trata de gemelos, el aumento oscilará entre los 16 y los 20 kilos. Otro de los cambios que vas a notar a partir de este mes es el endurecimiento del abdomen.

    En el sétimo mes, las clases del denominado parto psico-profiláctico no deben suspenderse ni un solo día. El organismo, en esta etapa, se ha transformado considerablemente. Empieza a notarse sobremanera el tamaño del útero, lo que hace, en ocasiones, difícil encontrar una postura cómoda y adecuada para el descanso. En este sentido, es muy útil la práctica de algunos ejercicios de gimnasia que ayudan a corregir eficazmente las modificaciones (ortostáticas).


    Durante este mes la piel de la embarazada sufre cambios, debidos a cambios hormonales. Empiezan a aparecer manchas de color del café con leche en la frente y en las mejillas.

    También hay un aumento de la pigmentación de los genitales externos. Ninguno de estos cambios es motivo de preocupación, ya que desaparecen por sí solos después del parto. Únicamente debe evitarse una exposición prolongada al sol. Dada la frecuencia de hiper-pigmentaciones y cloasma, son recomendables las cremas protectoras.

    A estas alturas del embarazo el sistema urinario se ve especialmente alterado. En este caso, algunos médicos insisten en la necesidad de administrar antibióticos para evitar en la piel la onefritis aguda, aunque otros dicen que estas anomalías desaparecen entre la cuarta y sexta semanas después del parto.


    Ante la toxemia gravídica es fundamental vigilar la tensión arterial y observar con detalle la aparición de edemas, aunque la única forma de luchar contra ella radica en el esmerado control de las gestantes, es decir, en la profilaxis. También deben tenerse en cuenta los aumentos rápidos de peso y los análisis que indiquen la presencia de albúmina en la orina.

    Su Pelo
    El incremento de la circulación y del metabolismo causados por las hormonas propias del embarazo mantendrán su piel realmente muy bien nutrida. Usted podrá llegar a notar que su pelo comenzará a crecer más rápidamente, tanto en sus brazos, como en sus piernas y en su rostro, debido al incremento hormonal que dará lugar a la estimulación de sus folículos pilosos. También podría descubrir que la textura de su pelo será más dura y gruesa. La buena noticia es que la mayor parte de ese pelo excedente desaparecerá dentro del plazo de seis meses una vez que haya dado a luz a su bebé. Si ésto no sucediera, no se preocupe, ya que existen innumerables métodos que ayudarán a remover este pelo excedente de manera definitiva, y que han demostrado ser muy eficaces y prácticamente indoloros.

    Incremento de la Temperatura
    A medida que su feto siga creciendo y desarrollándose irradiará cada vez más calor, causando que muchas veces usted se sienta un poco sofocada. Además, su tasa metabólica basal podría incrementarse hasta superar por un veinte por ciento el nivel normal. También podría notar que- sumado a todo lo anterior- quizás transpirara más, especialmente por las noches.

    El Incremento en la Cantidad de orina
    A medida que su feto vaya creciendo y desarrollándose, el mismo irá ejerciendo cada vez mayor presión sobre su vejiga, causándole un incremento en la frecuencia urinaria. Es por ello que debería asegurarse de no evitar tomar más líquido, pensando que de esta manera mermarán sus viajes al cuarto de baño. Además, como ya le hemos recomendado en varias ocasiones cuando sienta la necesidad de orinar, hágalo.

    La Hinchazón o Inflamación
    Ya que usted está llegando a la etapa final de su embarazo, podría notar que sus miembros o quizás todo su cuerpo está más inflamado que antes, especialmente la zona de sus tobillos, sus dedos y su rostro. A este efecto en particular se lo conoce con el nombre de edema y el mismo es causado por la retención de líquidos. Para aliviar esta molesta inflamación, continúe bebiendo mucha agua y descanse - todas la veces que pueda- con sus piernas elevadas.

    Algunas otras cosas que podría hacer para combatir la inflamación de sus tobillos son:
    • Evite estar parada por largos períodos de tiempo.

    • Eleve sus piernas cuando deba permanecer durante un largo tiempo sentada. Trate de recostarse cuando le sea posible, preferiblemente sobre su lado izquierdo.

    • Use zapatos o zapatillas confortables.

    • Evite usar calcetines o medias elásticas

    • Tómese un tiempo para realizar ejercicios de manera regular, siempre y cuando su doctor se lo haya permitido.

    • Usar alguna clase de media de descanso podría ayudarla a lidiar mejor con este problema.

    • Paradójicamente, el hecho de beber al menos ocho o diez vasos de agua por día podría ayudarla a evitar la retención de líquidos y a su vez a eliminar de su organismo los desechos.

    Si usted llegara a notar que repentinamente se inflamara alguna zona de su cuerpo, o si aumentara significativamente de peso, lo más recomendable sería que concertara una cita con su matrona lo más pronto posible. Éste podría ser un signo de preeclampsia o de toxemia.

    La preeclampsia (también conocida como toxemia o hipertensión inducida por el embarazo) está caracterizada por presión arterial elevada y retención de líquidos, y podría aparecer en la segunda mitad de su embarazo, acompañada de presencia de proteínas en su orina. La misma podría ser leve o severa, y en los casos más serios podría llegar a restringir el flujo sanguíneo que se dirige hacia la placenta. Si el flujo de sangre que se dirigiera hacia la placenta se viera restringido, éste hecho podría causarle serios daños a su bebé.

    La preeclampsia por lo general aparecerá durante los primeros embarazos, cuando estuviera por llegar a la semana 20. A pesar de que la preeclampsia es una complicación no muy habitual y bastante rara; si usted se asegurara de obtener toda la asistencia prenatal necesaria y le comunicara sus síntomas lo antes posible a su matrona, su problema podría ser tratado a tiempo y solucionado exitosamente.

    Sensibilidad en los Pechos y Calostro
    El calostro es una especie de fluido proveniente de sus pechos que será el encargado de alimentar a su bebé y de brindarle los nutrientes necesarios hasta que pueda amamantarlo con leche materna, el mismo podría comenzar a gotear de sus pezones en esta etapa. El calostro es la primer clase de leche que sus pechos producirán para alimentar a su bebé. Es un líquido pegajoso, de color amarillento que contiene todos los anticuerpos que ayudarán a proteger a su bebito/a (según fuera su sexo) de las infecciones. Si el goteo se volviera un problema para usted, podría comprar una almohadilla o parche de tela descartable especialmente diseñados para ser utilizados por las mujeres que estuvieran pasando por la etapa de la lactancia (que usted podría usar cuando debiera cuidar y alimentar a su bebé recién nacido); los que deberían ser ubicados en la parte interna de su corpiño.









    Sus pechos probablemente hayan ido aumentado de tamaño y se hayan inflamado cada vez más a medida que usted fue pasando por las diferentes etapas del embarazo. Y ya que en este momento usted se encuentra en la etapa final del mismo, las hormonas presentes en su organismo podrían ser las causantes del aumento repentino del tamaño de su pechos, siendo ésta una señal de que su organismo estaría preparándose para cuando llegue el momento de la lactancia.

    Usted podría sentir que sus pechos le pesan y que están un poco inflamados, y además podría llegar a sentir un poco de sensibilidad y molestia en los mismos. Es por ello que lo más recomendable sería que usara un sostén de maternidad o reforzado, el cual la ayudará a sentirse más cómoda, ya que le brindará soporte extra.

    La Fatiga
    Puesto que usted está cargando mucho más peso sobre su cuerpo a medida que avanza en su embarazo, podría comenzar a tener problemas en conciliar el sueño por las noches, además de tener la responsabilidad de alimentar y de cuidar a su bebé - debido a ello- la fatiga será un problema bastante molesto durante el tercer trimestre.
    La fatiga que usted podría estar experimentando es una señal de que su cuerpo necesita más reposo y descanso. Cerciórese de descansar lo suficiente y trate de evitar realizar cualquier actividad innecesaria. Para poder relajarse y descansar plácidamente, debería asegurarse de guardar toda su energía para cuando llegue el momento del trabajo de parto y del nacimiento de su bebé. Usted además podría notar que estaría experimentando períodos en los que le cuesta repirar normalmente. Ésto se debe a que su organismo está tratando de tomar más oxígeno para poder utilizarlo en el proceso de desarrollo de su bebé. Esta sensación de falta de aire será particularmente evidente en las últimas semanas del tercer trimestre, momento en el cual el útero en constante expansión estará ejerciendo cada vez más presión sobre su diafragma y sus pulmones. Una buena manera de poder recobrar la respiración sería sentándose lo más derecha posible en lugar de encorvada, evitando sobrecargarse físicamente, y durmiendo en una posición semi-sentada ayudada por dos o tres almohadas. Si su fatiga fuera tan severa que el hecho de dormir casi sentada no la ayudara en lo absoluto, debería asegurarse de comentarle este problema a su matrona lo más rápidamente posible. Éste podría ser un signo de anemia, la cual muchas veces podría aparecer en las primeras semanas del tercer trimestre.

    La anemia es una afección caracterizada por la carencia de hierro en su organimo. A menos que su anemia persistiera sin tratamiento, no habrá demasiados motivos para que se preocupe por la salud de su bebé, ya que el mismo se asegurará de obtener todo el hierro que necesite directamente de su organismo. De hecho, lo más probable es que usted necesite hierro antes que su bebé.

    El Apetito Sexual
    La líbido de una mujer embarazada (el deseo o apetito sexual) podría decrecer o aumentar, dependiendo de cada organismo, durante esta etapa. Ademas de experimentar mayor sensibilidad en los genitales externos e internos

    Las Contracciones de Braxton Hicks (Falso Trabajo de Parto)
    Las contracciones de Braxton Hicks podrían comenzar a hacerse notar durante este trimestre a intervalos regulares, ya que su cuerpo se estará preparando para cuando llegue el momento de dar a luz a su bebé. Estas contracciones uterinas comenzarán , la mayor parte de las veces, luego de la vigésima semana del embarazo y, por lo general usted sentirá un leve y casi indoloro endurecimiento o contracción de su útero. Las mismas durarán de quince a treinta segundos. A medida que vaya acercándose la fecha del parto, las contracciones de Braxton Hicks comenzarán a ser más frecuentes e intensas y muchas veces, algunas mujeres podrán confundirlas con las contracciones propias del comienzo del trabajo de parto. A fin de poder aliviar cualquier clase de molestia que pudiera padecer en el momento en el que tuviera estas contracciones, lo más recomendable sería que tratara de cambiar de posición y se diera vuelta hacia el otro lado si estuviera recostada.
    Muchas mujeres descubrirán que podrán usar estos momentos para practicar sus ejercicios de respiración, que le serán muy útiles para cuando llegue la hora del parto. Si usted sintiera que dichas contracciones fueran demasiado frecuentes o estuvieran acompañadas por dolor o secreción vaginal; debería contactarse inmediatamente con su matrona para tratar este problema.

    Continuación de los Síntomas Previos
    • Los calambres en sus piernas seguramente serán cada vez más frecuentes.

    • La creciente presión ejercida por su bebé - ya totalmente desarrollado- sobre su recto provocará que las venas del mismo se inflamen y aparezcan las tan molestas hemorroides, o en caso de que ya tuviera hemorroides, éstas podrían empeorarse.

    Usted además podría sufrir de estreñimiento, siendo éste otro factor que podría empeorar sus hemorroides. Por todas estas razones y para tratar de evitar la aparición de las mismas, beba mucha cantidad de líquido y coma muchos alimentos que contengan grano integral, cereales o vegetales de hoja verde cocidos, y frutas. Trate de no aguantar las ganas cuando desee evacuar el intestino, y siempre consulte con su doctor antes de tomar algún laxante.

    • La sequedad, y la sensación de picazón en su piel posiblemente persisitirán, sobre todo en la zona del abdomen, ya que la piel del mismo seguirá expandiéndose cada vez más.

    • La pigmentación de su piel podrá ser más notoria, especialmente las manchas de piel más oscura en su rostro y aureola del pezon.


    • Los ardores estomacales podrán empeorarse, ya que su bebé continuará creciendo, y por ende, desplazará su útero sobre su estómago. Recuerde evitar los alimentos que contengan mucha grasa o las frituras y coma seis pequeñas porciones de comida por día en lugar de ingerir porciones demasiado suculentas.

    • El incremento de las secreciones vaginales casi transparentes persistirá (leucorrea), pudiendo contener mayor cantidad de moco.



    • Los dolores en la zona lumbar podrán persistir y ser aún más intensos que en los meses anteriores. Trate de usar una faja de soporte (reforzada) para aliviar el dolor de su espalda.

    • Las várices en sus piernas podrán persistir y quizás hasta empeorar.

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