• Embarazo Segundo Trimestre


    Durante el segundo trimestre aproximadamente a las 16 semanas, la fatiga, el malestar y las emociones contrapuestas que ha estado sintiendo hasta este momento desaparecerán paulatinamente, las náuseas y el vómito de las náuseas matutinas deben ir disminuyendo poco a poco, los cambios de humor deben disminuir y usted probablemente va a tener más energía. Éste será un buen momento para realizar muchas labores necesarias para alistarse para la llegada de su bebé.


    Usted aumentará de peso más rápidamente durante este trimestre, añadiendo tanto como 1,81 kg al mes por el resto de su embarazo. Esto significa que usted puede tener que comenzar a usar ropa de embarazo.

    Disfrutará de la sensación de que tu bebé se mueve dentro de tí y te sentirás llena de vida y de energía.

     Sentimientos
    Durante el segundo trimestre transcurre un período en el cual es clásico que le digan a la futura mamá que parece estar embarazada de menos tiempo. Si esto le sucede, no se preocupe. La apariencia de su tamaño depende de muchas cosas, entre otras de su estatura y su contextura. También depende de sí es o no su primer embarazo, ya que la musculatura del útero tiende a estar más distendida después del primer hijo, y depende además del tamaño de su bebé.

    Si su médico está conforme con el desarrollo de su embarazo, usted también debe estarlo.

    En este trimestre son los mejores meses del embarazo, te sientes menos cansada y más activa

    Para la mayoría de las embarazadas, esta etapa de embarazo supone los mejores meses. Las náuseas matutinas remiten, el cansancio disminuye, el dolor mamario se atenúa.... Estas mejorías pueden asociarse a una disminución en los niveles de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) y a que el organismo se ha adaptado a los niveles de estrógeno y progesterona.

    A partir del cuarto mes puedes notar un aumento del apetito.

    Notas por primera vez los movimientos del feto (a eso de las 20 semanas de embarazo). Lo más seguro es que usted comience a sentir movimientos como aleteos en la parte profunda de su panza hacia la mitad de su segundo trimestre. Su bebé se estaba moviendo antes, pero probablemente usted no se daba cuenta. Si usted ha estado embarazada antes, podría notar los movimientos antes, puesto que está familiarizada con la manera como se sienten.
    Marque en su calendario la primera vez que siente movimientos para que le deje saber a su médico.

    El útero alcanza la altura de ombligo y el embarazo se hace evidente. Puedes notar picor en el abdomen en crecimiento y dolor en ambos costados o en la parte baja del abdomen (a medida que los ligamentos se van estirando para sostener el útero).
    La necesidad de orinar con frecuencia puede disminuir: el útero ya no se encuentra en la cavidad pélvica y no presiona tanto la vejiga.

    El aumento de los niveles de hormonas (estrógeno y progesterona) afectan también a las membranas mucosas de la nariz. No te extrañes si tienes congestión nasal o, incluso, alguna hemorragia nasal.

    Las hormonas también influyen en las encías, que pueden inflamarse y sangrar con facilidad.

    La presión creciente del útero en crecimiento sobre el drenaje venoso de las piernas, asociado a los cambios circulatorios propios del embarazo y al aumento de peso, explican la alta frecuencia devarices y hemorroides en la embarazada.
    Esa secreción vaginal de color blanco o amarillento (leucorrea) que notas es normal en este periodo, y continuará hasta el final del embarazo. (Si el flujo es de color rojizo u obscuro debes consultar enseguida al médico.)

    El aumento de peso se cobra su precio en forma de pies doloridos. Mayor volumen del vientre y aumento de peso te obligan a alterar la postura y pueden provocarte dolores de espalda.

    Disposicion Natural y Normal

    Otros cambios durante el segundo trimestre de embarazo:

    Sobre todo si tienes la piel oscura, las hormonas del embarazo pueden producirte lo que se conoce como cloasma "máscara del embarazo". También es frecuente la aparición de una línea vertical oscura en el vientre. Se te aconseja que evites exponer directamente la piel al sol. La acidez, indigestión y estreñimiento continúan.
    Recuperas el deseo sexual, que e incluso puede aumentar, debido al incremento del volumen sanguíneo en la zona pélvica. Los orgasmos pueden hacerse más intensos.

    Desarrollo Fetal

    Desarrollo Fetal
    La cabeza se está desarrollando más activamente que el resto del cuerpo: los ojos, la boca, la nariz y las orejas están casi completamente formados creando un rostro bien definido. Ha adquirido nuevas habilidades, como reaccionar ante la música y los sonidos fuertes.

    Al quinto mes, su bebé ejercita su sentido del tacto y el movimiento. Ahora mueve sus brazos y piernas con suficiente fuerza para ser percibidos por la madre. Sus dedos son más ágiles y se mueven libremente. Su habilidad para percibir a través de la piel se acrecienta; el feto explora su universo acuático desarrollando coordinación y fuerza.

    Después del quinto mes, algo maravilloso ocurre: Ya puede oirte!. Escucha los sonidos que provienen del cuerpo de la madre, así como su voz y las voces de los que se encuentran cerca. Puede oir sonidos del ambiente. La música rítmica lo calma y la estridente lo excita.

    Escucha y aprende. La memoria y la habilidad para reaccionar a los estímulos ya se encuentra presente.

    La naturaleza ha querido resguardar este momento tan trascendente de ocurrencias inoportunas que interfieran tan significantes vivencias. Es por ello que durante la etapa de la gestación suelen presentarse pocas patologías.

    Las toxemias
    Enfermedades propias del embarazo, pueden comenzar a manifestarse a partir de la semana 20. Más frecuentemente en las primerizas, tienen tres síntomas característicos que pueden o no presentarse en conjunto: hipertensión, edemas y eliminación de proteínas en la orina. Si estas patologías siguen su curso sin diagnóstico y tratamiento oportuno, pueden agravarse hacia el final del embarazo, transformándose en ECLAMPSIA, situación sumamente afligente.

    Felizmente esto ya casi no ocurre. El control periódico prenatal permite detectarlas antes de que sean peligrosas. Aprovechamos entonces esta oportunidad para recordar a las mamás que deben visitar a su matrona frecuentemente desde el comienzo el embarazo, y no confiarse "porque total en los otros no me pasó nada".

    Interrupción tardía y parto inmaduro
    Si bien muy poco frecuentes, son patologías características del segundo trimestre. El síntoma inicial, casi obligado, es la hemorragia. Por ello, si se presenta esta complicación, debe guardarse reposo de inmediato y llamar al médico. El reposo (absoluto) y la medicación sedante de las contracciones uterinas son eficaces en la mayor parte de los casos.

    A diferencia de los abortos espontáneos del primer trimestre, los del segundo trimestre por lo general son más frecuentes en las “multíparas” (embarazadas que ya han tenido hijos). Las deficiencias del cuello uterino son la causa más frecuente. Para solucionar esta situación, puede recurrirse a una pequeña intervención, el “cerclaje”, que consiste en cerrar el cuello uterino con un hilo resistente, como si fuera una bolsa de tejido.
    Algunas localizaciones anormales de la placenta (placenta previa) pueden provocar hemorragias a partir del segundo trimestre. En estos casos la placenta adhiere al útero muy abajo, cerca del cuello, en vez de hacerlo sobre el fondo, que es la localización más frecuente.
    No debes alarmarte innecesariamente, habida cuenta de que estas situaciones por lo general no son riesgosas. Requieren paciencia y reposo. Casi todos los episodios hemorrágicos debidos a esta causa se superan, y al crecer el útero la placenta se aleja del cuello, cesando el peligro de futuras hemorragias.
    La ecografía es un método insustituible para el diagnóstico de esta patología. Permite el seguimiento hasta la normalización de la situación.

    Las anemias del embarazo (falta de glóbulos rojos)

    Se presentan casi siempre durante el transcurso de este trimestre. Son debidas a una mala absorción de hierro a nivel intestinal y a la licuefacción de la sangre por un aumento de volumen de plasma necesario para mantener la circulación placentaria. Insistimos nuevamente en la necesidad del control médico periódico para permitir el diagnóstico precoz. Su tratamiento es a base de compuestos que contienen vitaminas y hierro.

    Los trastornos circulatorios periféricos (várices y hemorroides)

    Algunas veces aparecen hacia el final de esta etapa del embarazo. Es conveniente consultar a la matrona para evitar su agravamiento y llevar el cuadro controlado. Debe controlarse el estreñimiento recurrente pues ésta acentúa los problemas hemorroidales.

    La obesidad (aumento patológico de peso)
     En el embarazo debe evitarse. Ya no se considera que la futura mamá debe ser una verdadera matrona. Sabemos que el exceso de peso corporal perjudica a la madre y al hijo. Como ya pasaron las náuseas y los vómitos, muchas embarazadas suelen descontrolarse, dan rienda suelta a sus antojos (a menudo tolerados e incentivados por su marido y familiares cercanos) y comen en exceso.
    Es muy difícil perder el peso que se ganó indebidamente, así que evitemos que ello ocurra.
    Como verán, consideramos a la obesidad como una verdadera patología. Hay que  insistir en la necesidad de alimentarse correctamente pero no en demasía. No es bueno para la mamá y el futuro hijo la alimentación inadecuada. Muchas embarazadas se asustan cuando ven crecer la barriguita y, preocupadas por su apariencia física, inician regímenes alimentarios que las ponen al borde de la desnutrición. Recordamos que no están solas, que hay un bebé adentro del vientre que tiene que crecer y requiere estar bien alimentado.

    No te asustes, el equilibrio adecuado no es difícil de lograr. Verás que con un poco de información y cuidado lo lograrás. Consulta a tu matrona y sigue las sugerencias.

    Problemas con la vista
    Los cambios hormonales y circulatorios pueden acentuar defectos visuales que antes tolerabas sin darte cuenta. No te esfuerces por ver más allá de lo que puedes. Quienes usan lentes con frecuencia requieren nuevas prescripciones.

    Dientes
    También la dentadura necesita un buen control a esta altura de los acontecimientos. Concurre al odontólogo. Muchas caries se agrandan hacia la mitad del embarazo, y es conveniente tratarlas para evitar focos de infección.

    Las infecciones urinarias
    Aparecen por lo general a partir del segundo trimestre del embarazo, pueden tener su origen en una infección bucodental. Si tienes síntomas de cistitis no demores la consulta. Es conveniente tratar estas infecciones precozmente, antes de que asciendan hasta el riñón. Los síndromes febriles –y la infección urinaria es frecuente causa de éstos durante el embarazo– pueden provocar partos inmaduros.

    Hemorragias
    Además de las hemorragias relacionadas con trastornos del embarazo –como se ha mencionado al referirnos a la placenta previa y a la amenaza de aborto– la embarazada puede padecer otras de origen ginecológico. Por consiguiente debes permitir que tu matrona haga un examen ginecológico completo, una vez que por ecografía se haya descartado una mala localización de la placenta. Es de buena medicina, si no se ha realizado previamente, someter a todas las embarazadas a un chequeo ginecológico y mamario completo durante este segundo trimestre del embarazo.

    Infecciones vaginales
    Debido a las hormonas circulantes se producen cambios en las condiciones de temperatura, humedad y acidez vaginal que facilitan ciertos tipos de infecciones superficiales. La más frecuente de ellas es la causada por un hongo, el Candida albicans. Si tienes flujo, picazón o ardor consulta a tu matrona. No te automediques, ya que ciertas drogas medicinales incluidas en forma de óvulos vaginales pueden absorberse a través de la mucosa vaginal y resultar perjudiciales para el bebé.

    Enfermedades infecciosas

    Debes alejar de ti todo aquello que pueda representar un peligro para el bebé. Sus órganos están en pleno proceso de maduración durante esta etapa. Ciertas enfermedades infecciosas como la rubéola, la hepatitis b, el sida, la toxoplasmosis, la listeriosis, la sífilis, y la virosis graves en general, pueden en algunas ocasiones perjudicar a tu bebé. Evita el contacto con todo tipo de enfermos. Si eres docente o circulas en ambientes en donde hay muchos niños, está alerta. Si se comprueba un caso infeccioso no te asustes y llama a tu médico.

    Medicamentos

    No tomes ningún medicamento sin consultar antes. En especial, durante los cuatro primeros meses debes evitar toda medicación que no sea específicamente indicada para el embarazo. Insistimos: NUNCA TE AUTOMEDIQUES. ¡Hasta la aspirina en exceso está contraindicada!

    Radiaciones

    Mantente alejada de las radiaciones peligrosas. No concurras a los consultorios radiológicos. Si otro hijo tuyo debe someterse a un estudio de este tipo, pide a tu marido o a un amigo o familiar que lo acompañe. No obstante, si es imprescindible y se toman los debidos recaudos, ciertos tipos de estudios radiológicos pueden ser efectuados a una embarazada. Se impone una consulta especializada en cada caso.

    Ciática
    A partir del segundo trimestre es habitual que la embarazada sufra de ciática. Es un dolor intenso en la parte baja de la espalda que se produce al inflamarse el nervio ciático. Es un dolor que se extiende hacia abajo por la parte trasera del muslo y se ramifica detrás de la rodilla hasta el pie. Puede aparecer en un solo lado en los dos.
    Es provocado por la distensión de los ligamentos de la zona producidos por una hormona segregada en el embarazo llamada relaxina.
    Para combatir la ciática, lo más recomendable es practica ejercicio, controlar el aumento de peso, hacerse masajes y evitar las malas posturas. Cuando el dolor aparece, colocar calor seco en la zona.

    Calambres
    Son contracciones musculares involuntarias y dolorosas que aparecen con mayor intensidad en las piernas, especialmente en pantorrillas y pìes. Suelen aparecer cuando estás durmiendo o tumbada, que es cuando el retorno venoso es más lento.
    En este caso también es la acción de las hormonas la culpable de los calambres, ya que afectan al sistema circulatorio ablandando las paredes de los vasos sanguíneos y dificultando el retorno venoso y linfático. El estancamiento de líquidos en las piernas es lo que causa los molestos calambres.
    Para prevenirlos se aconseja consumir alimentos ricos en potasio (plátano, kiwi) y magnesio (hortalizas de hoja verdes), practicar ejercicio moderado, masajes y realizar suaves estiramientos antes de acostarte.
    Si los calambres son muy intensos y frecuentes, lo mejor es consultarlo con el médico, ya que puede ser síntoma de un problema más grave como una trombosis venosa.


    Estreñimiento
    La mitad de las embarazadas sufren estreñimiento en algún momento del embarazo. Es un trastorno que puede aparecer a partir del segundo trimestre provocado porque las hormonas ralentizan los movimientos de los intestinos. En las mujeres que ya lo sufrían antes del embarazo, el problema puede incluso agravarse.
    Lo más efectivo es beber mucha agua, así como aumentar el consumo de fibra (frutas, verduras y cereales integrales) y practicar ejercicio de forma habitual.
    Un truco natural: dejar en remojo por la noche varias ciruelas y albaricoques secos. Por la mañana beber el líquido y comer la fruta mezclada con yogur.

    Hemorroides
    Asociadas en gran medida al estreñimiento, las hemorroides pueden aparecer hacia el segundo trimestre de embarazo, más probablemente hacia la segunda mitad.
    Es un trastorno circulatorio provocado por la dilatación de la venas, que sumado al estreñimiento produce un aumento de la presión en los vasos rectales, haciendo que aparezcan las hemorroides. Pueden producir picor o dolor, en algunos casos un dolor muy intenso, e incluso a veces sangrar.
    Así como una alimentación rica en fibra para evitar el estreñimiento, cuando aparecen las dichosas hemorroides, las puedes aliviar con baños de asiento de agua fría, no retrasar ir al baño cuando sientas ganas y limpiar bien la zona después de ir.Consulta a tu matrona para la prevencion o control una vez que aparezcan.

    Palpitaciones y taquicardia
    Si bien pueden hacer aparición desde el primer trimestre, se vuelven más acentuadas hacia el segundo trimestre. El incremento del flujo sanguíneo hace que el corazón deba trabajar a marchas forzadas, pudiendo ocasionar pequeñas alteraciones en su funcionamiento como palpitaciones o taquicardia.
    El estrés también contribuye a sufrir palpitaciones, así como realizar esfuerzos, con lo cual el remedio está en llevar una vida lo más tranquila posible. También practicar ejercicio, dormir de lado, practicar técnicas de relajación y respiración.


    Durante el embarazo, la placenta se desplaza a medida que el útero se estira y crece. A comienzos de embarazo, es común que se presente una placenta de implantación baja. Pero a medida que el embarazo progresa, el útero que va creciendo debe "halar" la placenta hacia la parte superior. Hacia el tercer trimestre, la placenta debe estar cerca de la parte superior del útero, dejando la abertura del cuello uterino despejada para el parto. Algunas veces, sin embargo, la placenta permanece en la parte inferior del útero, cubriendo parcial o completamente esta abertura. Esto se denomina placenta previa.
    Aumento mamario

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